martes, 8 de abril de 2014

Real Madrid temblando pasó a las semifinales

Fue angustioso. El Real Madrid volvió a las semifinales de la Champions aunque con el susto en el cuerpo. En el Signal Iduna Park pudo ocurrir otra tragedia. El Borussia Dortmund se quedó como el Madrid la temporada pasada en el Bernabéu, a un paso de una remontada que parecía imposible.

Un penalti a favor supuso un suplicio para el Real Madrid. Hasta aquel momento no había pasado nada. Lanzó Di María y paró Weidenfeller. Nadie podía imaginarse lo que le esperaba al Madrid. Con un 3-0 favorable a cuestas, a los blancos se les aparecieron todas las pesadillas vividas en esa tierra maldita.

La parada de Weindefeller supuso el inicio de las calamidades.

El Madrid volvió a caer en el cebo. La trampa tendida por el Dortmund de Klopp resultó de nuevo.

Los defensas y medios blancos no veían futbolistas vestidos de amarillo presionándoles, veían un ejército entero de espartanos. Las pérdidas fueron cuantiosas. Así llegaron los dos goles de Reus.

Un susto que casi acaba en tragedia
Al Real Madrid le temblaron las piernas. El Dortmund repitió la lección. Cada robo era peligro contra la meta de Iker Casillas. Pepe cometió el primer error monumental. Quiso ceder con la cabeza a no se sabe quién y por allí apareció Reus para meter miedo. La angustia creció con el segundo.
 
Di María con "Resbalón de Champions" 
Esta vez perdió Illarra y la estampida de alemanes volvió a sentirse en La Castellana. Lewandowski disparó al palo y Reus golpeó al rechace. Cristiano, en el banquillo, no podía créerselo. Nadie se lo podía imaginar. Era imposible cometer tantos fallos en la salida y tan graves en tan poco tiempo.

Tras el descanso, el Madrid intentó cerrar el grifo y se enfrentó con el que llevaba el cuchillo entre los dientes. Pudo marcar Bale, también Benzema y el equipo se entonó con los cambios. Isco (entró por Ilarra en el intermedio) y Casemiro, los de refresco, tuvieron la tranquilidad que no tuvieron otros compañeros.

Di María resbaló durante toda la noche. La precipitación le llevó a equivocarse una y otra vez. El miedo existe y muchos lo sintieron en sus propias carnes.

El Borussia Dortmund, estaba claro, iba a volver y regresó al área enemiga. Allí surgió la figura resplandeciente de Casillas. Mkhitaryan también mandó un balón al palo, no sabemos si desviado por la aureola de Iker. Ahí se quedó la eliminatoria.

El Real Madrid rozó la tragedia. Está en semifinales, pero a esta hora seguirá con el susto en el cuerpo. Luka Modric lo explicó todo en una frase: "Tenemos que aprender de estos partidos, pero nunca aprendemos". Amén. Tomado de marca.com

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