¡Grande!! "Salo" |
Una popular
tradición del fútbol reza que el autor de tres o más goles durante un partido,
se gana el derecho de llevarse la pelota a casa. Es una costumbre para premiar
actuaciones de tal magnitud, como la que tuvo José Salomón Rondón el reciente
domingo.
En efecto, el
venezolano se llevó el balón al escuchar el pitazo final. Le servirá como
recuerdo del día que vino del banco de suplentes para anotar tres dianas y
asistir otra en solo 24 minutos. ¡Qué memoria!
Mientras muchos
venezolanos aún dormían, el domingo a las 5 de la mañana, del otro lado del
mundo, empezaba un juego en San Petersburgo. Rondón partía desde la banca en el
Zenit, para enfrentar a su ex equipo, el Rubin Kazan, por la jornada 24 de la
Premier League de Rusia.
Ya pasadas las 6
am, el de Catia saltó a la cancha al minuto 66. Solo 120 segundos después,
comenzó la fiesta de goles que terminó con el aplastante triunfo del Zenit 6-2.
"Fue algo
especial. Nunca había entrado tan enchufado a un partido", contó Rondón
vía telefónica, para luego afirmar que la felicidad que sintió también tuvo su
contraparte: "la verdad que hubo sentimientos encontrados, porque uno dejó
amigos y compañeros en el Rubin (Kazan). Por allí darle ese disgusto a la gente
de ese club, fue muy complicado para mí. Además, ellos están en una situación
difícil en la tabla".
Primero, marcó de
cabeza. Luego, aumentó la cuenta con un remate de pierna zurda. Finalmente
cerró el "hat-trick" -su segundo en la liga rusa- con la derecha,
dejando en evidencia su catálogo de habilidades. Además, en el ínterin, sirvió
un pase perfecto para su compatriota Danny Alves, quien fusiló la valla rival.
"Como
delantero, uno trata de hacer los goles como pueda. Me tocaron las
oportunidades de marcar así. Lo mío se trata de definir. Nunca había tenido una
actuación así. También es especial esa asistencia", dijo.
Golpe sobre la mesa
A su llegada al
Zenit en enero, Rondón empezó a establecerse como titular en el once del
técnico Luciano Spalletti. Sin embargo, hubo un cambio de entrenador con el
arribo de André Villas-Boas en marzo, quien disminuyó los minutos de juego del
venezolano e incluso lo relegó a la banca.
"Uno, por más
que no esté jugando, tiene que trabajar para estar siempre al 100 por
ciento", explicó "Salo".
Rondón con sentimientos encontrados |
Con paciencia, esperó
y respondió como suplente el domingo, en ese partido en el que finalizó como
amo y señor del balón. "Podría considerarse como una indirecta (para
Villas-Boas) de que puede contar conmigo para estar en el once titular",
apuntó el ariete de 24 años.
Esa simbólica
pelota tiene dueño. No es él, ya que ahora quiere enviarla a sus padres en
Venezuela como dedicatoria. Tomado de eluniversal.com
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